Había una vez tres espías tenían que encontrar una joya robada. El jefe de las espías les dio armas para luchar contra el ladrón. Montaron en el coche para ir al museo. Encontraron un trozo de su jersey. Se lo enviaron a su jefe para en contrar el nombre del ladrón. Descubrieron que era don Martin. Fueron a su casa y lo detuvieron por robar la joya.
Gabriel Almada Formigo
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