Era una hormiguita que estaba barriendo. Encontró una peseta y compró un vestido y para ponerse guapa. Pasó por allí un perro y le dijo:
-Hormiguita, ¿te quieres casar conmigo?
- ¿Cómo haces de noche?, dijo la hormiguita.
- ¡Guau, guau!
- Contigo no que despertarás a mis hijos
Después pasó un ratón y le dijo:
-¿Te quieres casar conmigo? y ¿cómo haces de noche? le preguntó la hormiguita.
- Güi, güi, le contestó el ratón.
- Contigo si, dijo la hormiguita porque no despertarás a mis hijitos.
De este modo, la hormiguita y el ratoncito vivieron felices y comieron perdices y ... durmieron de narices!!!
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