lunes, 22 de marzo de 2010

EL OGRO TRAVIESO


Había una vez, en la época medieval, un ogro travieso que se dedicaba a hacer bromas pesadas a los habitantes del pueblo.

Un día le hizo una broma al panadero del pueblo, le cambió la harina por polvos pica-pica. Ese día todos los vecinos se lo pasaron estornudando, tosiendo y ... rascándose la barriga. Entonces decidieron castigarlo.

El ogro vivía en una cueva y todas las mañanas tenía la costumbre de lavarse en un charco de barro. Los vecinos, por la noche, cambiaron el barro por cemento. De modo que cuando, a la mañana siguiente el ogro se fue a lavar se convirtió en estatua.

Desde aquel día los habitantes acordaron celebrar el día de las bromas no pesadas.

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