Caperucita era una niña muy traviesa que siempre se escapaba de casa para ir al bosque a coger flores. Un día vió al lobo, pero, en vez de tenerle miedo, se fue detrás de él hasta su cueva.
Como tardaba muco, su mamá, muy enfadada, fué a buscarla. Cuando la encontró la llevó a casa y la castigó. Al día siguiente apareció el lobo en su ventana y ella ese día le puso un nombre: Boby. Los dos pasaron el día juntos y así hasta que su madre le levantó el castigo. Caperucita y Boby se hicieron amigos para siempre. Y... Colorí colorado, el que no levante el culo se quedará pegado.
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